miércoles, 29 de septiembre de 2010

La pesadilla de la conversión.

En los países democráticos, todas las personas tiene libertad de profesar su religión, o de cambiar su creencia por otra si así lo sienten. Serios problemas surgen cuando tales conversiones no son fáciles, como sucede en la religión judía ortodoxa.
Ella establece que es judío quien nace de madre judía, según la ley del vientre, o quien se convierte al judaísmo. El que nace de madre judía es judío aunque no profese la religión. Es judío de sangre aunque se pase a otra religión. Éste será un judío renegado, pero seguirá siendo judío. Los religiosos ortodoxos israelíes, cuya autoridad religiosa es muy respetada por la ortodoxia judía mundial, exigen acato absoluto a la ley del vientre, hecho que ha ocasionado innumerables problemas en Israel y mucho más en el exterior, en donde los casamientos mixtos se llevan a cabo con mucha frecuencia.
La ortodoxia israelí no reconoce como válido ninguno de los ritos y conversiones llevados a cabo bajo la supervisión de judíos reformistas o conservadores, especialmente porque no respetan la ley del vientre.
El judío converso, en la gran mayoría de los casos, es un judío que no ha mamado las costumbres, las tradiciones y la cultura judía desde su niñez. Tiene poco en común con los que llevan sangre judía y es frecuentemente rechazado en las colectividades de judíos natos.
Por eso y por la influencia que sobre ellos ejerce la bíblica creencia de pertenecer al pueblo elegido que los hace subestimar al gentil, al "goi", los rabinos encargados de la tarea de convertir no simpatizan con lo que hacen. Es así que el proceso de conversión se hace difícil, engorroso, a punto de ser interminable y a veces imposible.
Existen casos que resultan ser dramas que no conmueven a los rabinos ortodoxos. Hijo mayor de edad, allende los mares, soporta inexplicables trabas para ser convertido aquí o en el exterior, y poder unirse en forma permanente a su madre judía por conversión. Criaturas nacidas en Israel, jamás serán judíos porque la madre, después de cinco largos y duros años de trámites, cansada y decepcionada abandonó su propósito de convertirse. Además de pedirle dinero para abrir una carpeta y la compra de libros, de obligarla a vestirse de acuerdo a las leyes ortodoxas y que su hija concurra a un colegio religioso, exigieron que su esposo laico observe regularmente prácticas religiosas, cuando la única interesada en la conversión era ella.
No sucede lo mismo cuando los motivos de la conversión tiene carácter político. En el pasado, delegaciones de ortodoxos israelíes viajaron al norte de Perú y convirtieron en sólo dos semanas a 90 indígenas. Un motivo sumamente importante aceleró el proceso de conversión: después de convertidos, con el pretexto de la carencia de alimentos "kasher" en su lugar de origen y que la colectividad judía de Lima no los aceptaba por su baja condición social, fueron traídos a Israel para poblar como colonos los territorios en litigio (*). Los convertidos no eran marranos ni tenían nada que ver con el judaísmo. Eran cristianos que no pidieron ser convertidos. Los rabinos se lo ofrecieron a cambio de casa y buena comida en los territorios, sin pedirles dinero para libros ni para abrir carpetas. Lo importante era reforzar la presencia judía en los lugares que la ortodoxia considera que no deben ser devueltos
En conclusión, a pesar de que la conversión es admitida, la ley del vientre domina el alma de nuestros rabinos ortodoxos, haciendo que la discriminación racial mueva su conducta, siempre y cuando la política no intervenga.

Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.


(*) "How 90 Peruvians became the latest Jewish settles", publicado
en "The guardian", agosto 7, 2002. Crónica de Neri Livneh.

"Peruanos en los territorios", publicado en "El mundo.es",
agosto 11, 2002. Crónica de Neri Livneh

"Indígenas peruanos se convierten en nuevos colonos judíos
ortodoxos en zonas ocupadas", publicado en "Latinoamérica-
online", abril 13, 2004. Artículo de Isaac Bigio, analista
internacional London School of Economics.

Notas. Neri Livneh escribe para el diario Ha'aretz.
"The guardian" es un periódico británico.

¿Quién le pone el cascabel al gato?

Una sensación de terror produce imaginar una supuesta situación en la que Irán ya posee el poder atómico con el cual puede llevar a cabo su sueño de destruir a Israel.
Aterra pensar cómo sería el sentir de sus habitantes bajo la amenaza de un fulminante ataque mortal, que un loco con ideas fijas pueda lanzar en cualquier momento.
Aparentemente muchos israelíes no lo piensan, prefiriendo seguir viviendo en una tensa calma que los hace felices. Pero hay que despertar de este peligroso letargo si es que amamos a nuestras familias y a nuestro querido y pequeño país, que tanto costó conseguirlo y tanto cuesta mantenerlo erguido.
Hay que estar convencidos que esas trágicas horas llegarán y que esa calma terminará, si es que el mundo continúa aplicando a Irán sus ineficaces sanciones, y si es que no hacemos algo más que seguir usando todos nuestros esfuerzos en conseguir una paz con los palestinos. Sólo la paz con el nuevo Estado palestino no nos dará seguridad.
Prolongar la moratoria de las construcciones en los territorios y el reconocimiento de Israel como Estado Judío, son cuestiones sin importancia frente al peligro inminente de ser aniquilados en un instante.
Nuestro gran aliado Barack Obama lo sabe, pero su política de buen pastor sólo le permite aplicarmedidas de persuasión a Irán, sin dejarlo obrar como corresponde. Y lo que corresponde, lamentablemente, es la fuerza, único medio para evitar las consecuencias del proceder de un loco que no puede nu quiere razonar. La República Islámica de Irán está a un paso de tener en sus manos el arma con el cual podrá borrar del mapa a Israel. Atacar a Irán es lo que se impone. Alguien tiene que hacerlo sin perder mas tiempo.
Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? Parecería que Occidente no ve el peligro que corre Israel, como tampoco ve que el extremismo fundamentalista del Islam aprovechará el poder iraní para completar su obra de islamizar al mundo, tarea ya comenzada siguiendo los dictados del Corán.
Pero también es probable que el mundo libre y los Estados árabes moderados quieran usar a Israel como carne de cañón, país que al salvarse, alejará el peligro que acecha a la civilización occidental.
Desgraciadamente no existe otra alternativa. Si Occidente no pone en marcha de inmediato medios eficaces para poner a salvo su civilización, Israel no tendrá más remedio que ser quien ponga el cascabel, y use la fuerza para salvar su existencia y su futuro.
Samuel Auerbach,
Nartania, Israel.

martes, 21 de septiembre de 2010

El otro desenlace

La escena no pinta pastoral mientras los actores están entretenidos con optimismo y entusiasmo, discutiendo un tema de paz que exige otros decorados. El escenario comienza lentamente a atenuar sus luces, y obscuras nubes amenazan tormenta sobre los actores.

Eso es lo que esta sucediendo en la zona de la tierra prometida, testigo de una carrera armamentista que adquiere singular furor. Rusia le vende a Siria potentes misiles antibuques, amén de otras armas sofisticadas que Hissballah ya recibió. Irán suministra moderno armamento a los enemigos de Israel, continúa su ininterrumpida producción de gigantes cohetes de largo alcance y no suspende sus ambiciones nucleares. Israel adquiere de su mejor aliado aviones último modelo por una suma que asciende a 13.300 millones de dólares y le pide bombas que puedan penetrar en los bunkers en donde Irán prepara su armamento atómico. Los EEUU concretan una venta de armas por un monto sin precedentes a Arabia Saudita, 60.000 millones de dólares.

La escenografía no se presta para una comedia romántica con final feliz. No hay duda que la zona se esta preparando para una posible guerra a pasos acelerados.

Pero también es posible que lo que sucede en la imaginación de algunos argumentistas, sea una realidad en el Oriente Medio. Antes que la guerra estalle, fuerzas latentes se despiertan y hacen innecesario el uso de aquellos pertrechos para terminar con el peligro, que, en este caso, cae sobre Israel. En Gaza, en junio de este año, enmascarados de Hamas destruyen por segunda vez una colonia de vacaciones de la ONU por considerarla "inmoral". Recientemente unos cuarenta individuos armados atacaron un centro turístico en la playa de Gaza e incendiaron su restaurante, oficinas y salón de bodas. Estos hechos pueden ser el sacudón que abra los ojos al sector del pueblo palestino que mira con simpatía el modus vivendi occidental. En Irán, el descontento popular que se hizo visible en las últimas elecciones, sigue en ascenso.

Una efectiva acción por parte de esta gente podría invertir la situación, si es que la lleva a cabo antes que Mahmud Ahmadineyad concrete su propósito. La solución para evitar la guerra la tiene el propio pueblo palestino, pero tendría que apurarse.

Samuel Auerbach

Natanya, Israel.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Si no por las buenas, por las malas será...

Una sensación no muy agradable produce imaginar una supuesta situación en la que Irán ya posee el poder atómico con el cual puede llevar a cabo su sueño de destruir a Israel. Tampoco reconforta pensar cómo sería el sentir de sus habitantes bajo la amenaza de un ataque, que un enfermo paranoico con ideas fijas pueda lanzar en cualquier momento.

Aparentemente muchos israelíes no lo piensan, prefiriendo seguir viviendo en una tensa calma que no molesta. Pero es necesario despertar de este peligroso letargo. No es prudente seguir viviendo sin pensar que esas horas pueden llegar y no hacer nada para que no lleguen. Y esas horas llegarán si es que occidente continúa aplicando a Irán inútiles sanciones.

Los esfuerzos para llevar a feliz término las conversaciones de paz entre palestinos e israelies es una loable obra del mundo libre. Pero la creación de un Estado Palestino que viva en paz con un Israel judío, soberano y seguro, no significa paz en la región. Mientras Israel no sea reconocido por el Islam, la paz seguirá siendo una utopía. Los peligros que acechan a Israel continuarán y serán muchos más graves si el mundo no aplica a Irán medidas más eficaces para que abandone su propósito de construir armas nucleares.

La exigencia palestina de prorrogar la moratoria de las construcciones en los territorios, y el reconocimiento de Israel como estado judío exigido por los israelíes, son cuestiones que ocupan un segundo lugar frente al grave peligro que representa un Irán armado con energía nuclear. Obama, el gran aliado de Israel lo sabe, pero su política de buen pastor sólo le permite aplicar medidas de persuasión que hasta ahora no han dado ningún resultado positivo. No es prudente seguir empleando este método cuando fuentes bien informadas aseguran que faltan pocos meses para que Mahmud Ahmadineyad tengo en sus manos las cabezas atómicas que, colocadas en sus cohetes de largo alcance, pondrá en peligro a toda la región, y porqué no al mundo.

"Y si no por a las buenas, por las malas será", como se suele decir. Además, es de dominio público que en todos los casos sin excepción, la fuerza es el único medio seguro para reducir a peligrosos dementes incapaces de razonar. Y Ahmadineyad no escapa a la regla. Por lo tanto, atacar a las instalaciones nucleares de Irán es lo que se impone. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? Parecería natural que lo haga una conjunto de fuerzas occidentales, pues son los países de occidente los que intentaron hacerlo "por las buenas", hasta ahora sin ningún resultado. Con ello no solamente se postergaría notablemente la amenaza existencial que cae sobre Israel, sino que se evitaría que el extremismo islamita aproveche el poder iraní para reforzar su tarea de islamizar al mundo, trabajo de hormiga ya comenzada siguiendo los dictados del Corán. Puede ser que la demora occidental en usar la fuerza se deba a evitar los disturbios, manifestaciones y ataques suicidas que se producirían como respuesta mundial musulmana; también es posible que se deba a la esperanza que Israel asuma el papel de carne de cañón y sea ella quien se encargue de la obra; y, por último, puede ser que se deba al convencimiento que Irán no se atreverá a detonar su arma atómica y sólo la usará para amedrentar. Pero Israel, sabiendo en qué manos irresponsables ese medio de destrucción masiva se encuentra, no debe correr el riesgo. Israel no puede admitir que un enemigo acérrimo como es Irán, se convierta en una potencia atómica. Y si el occidente, que nunca descartó la opción militar, no toma la iniciativa para salvar su civilización, Israel lo tendrá que hacer para salvar su propia existencia. Esperemos que esto último no sea necesario.

Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.

sábado, 14 de agosto de 2010

Los tres terrores

Transmitido por la televisión de Israel

Video-La flotilla

Judaísmo y los matrimonios mixtos.

Es muy difícil evitar que los matrimonios mixtos se extiendan en la diáspora, en donde el judío se ve obligado a frecuentar ambientes con mayoría gentil. Pero la unión en matrimonio de judíos con gentiles no significa precisamente asimilación. Buena cantidad de sus hijos reciben educación judía y siguen a su manera su tradición y cultura, a pesar del rechazo que hacia ellos ejerce la ortodoxia del lugar, estimulada desde Israel. El judío de la diáspora lucha con angustia contra la creciente asimilación, ocasionada en gran parte por ese rechazo.
Acabo de recibir una queja enviada desde el exterior, que me indujo a redactar estas líneas. Es de alguien que sufre por el serio problema que la ley del vientre le produce a él y al resto de la colectividad.
"Yo lo veo y lo vivo con mis hijos y con tantos matrimonios mixtos, que se sienten excluidos y no se pueden acercar a núcleos judíos. Lo veo con mi hija, que trata que sus hijos vayan al menos a Macabi, pero no es suficiente. Hay nenas que no pueden hacer su `bat mitzvá', o varones que hacen su `bar mitzvá' en otra ciudad, en una sinagoga reformista, cuando podrían hacerlo perfectamente acá".
Los matrimonios mixtos y sus hijos se alejan del judaísmo al sentirse rechazados por los rabinos ortodoxos. La ley del vientre, uno de los pilares de la ortodoxia, estimula a la asimilación con su rechazo a muchos que quieren ser judíos porque así se sienten. No deja de ser una valiosa pérdida.
La ortodoxia es el principal motivo de la asimilación en el exterior, cuyas cifras muestran un alarmante incremento.
Escribió el licenciado Naum Kliksberg, psicólogo y sociólogo: "La mayoría de los matrimonios mixtos interreligiosos y de sus hijos/as se alejan del judaísmo. La causa principal es la discriminación y el rechazo hacia ellos que en el mundo fomentan en las comunidades judías los rabinos ortodoxos, y la influencia creciente que esos rabinos ejercen sobre el Gobierno de Israel".
¿Qué daño le haría al judaísmo si se reconociera como judío a todo aquel que haya nacido de madre o padre judíos, o cualquier persona que de buena voluntad se convierta al judaísmo? De ser así, además de solucionar el problema que tienen los matrimonios mixtos, se perdería el amargo sabor a racismo que la ley del vientre produce.
Para que el judaísmo persista, hay que tratar que se extienda y no lo contrario como lo está haciendo la ortodoxia que, además, no escatima esfuerzos en introducir a Israel en un oscurantismo medieval que lo puede llegar a destruir con más facilidad incluso que nuestro peor enemigo, como lo demostraron los ortodoxos al aplaudir al actual ministro de Justicia cuando el 8 de diciembre del año 2009 dijo: "Paso a paso, otorgaremos a los ciudadanos de Israel las leyes de la Torá y convertiremos a la Halajá en la legislación vinculante de la nación. Debemos recuperar la herencia de nuestros padres para la nación de Israel. La Torá tiene la solución completa a todas las preguntas que estamos tratando".
Nuestros hermanos del exterior deben saber y pensar que no están solos en el alarmante suplicio en que viven los judíos de la diáspora unidos en matrimonio mixto; que hay muchos israelíes que anhelan ver a su pequeño país libre de esa influencia ortodoxa que, además de proponer decretos que hieren profundamente a la sensibilidad humana y de aconsejar a sus discípulos rebeldía frente a las leyes, en buena parte es, junto al fanático empecinamiento musulmán, causa preponderante de los escollos que obstaculizan al proceso de paz detenido hace tanto tiempo.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel

Video-Una mañana en el shuk de Natania

jueves, 1 de julio de 2010

Los misiles peligrosos vienen de adentro.

Los peores misiles que impactan en Israel, no vienen del aire, de tierra o del mar. Son lanzados desde su propio parlamento. Los esfuerzos de Beniamin Netanyahu para llegar a un entendimiento con el enemigo y obtener la tan ansiada paz, no tienen la plena aprobación de su gabinete que hace todo lo posible de frenarlo con acciones y proyectos que perjudican las relaciones amistosas con nuestros países aliados, y ofrecen la pólvora que nuestros enemigos necesitan para alimentar sus cañones mediáticos

Cuando el vice presidente de los EEUU, Joe Biden, estuvo en Israel en misión de paz con los palestinos, un misil lanzado por el Ministro de Interior llevó en su cabeza el anuncio de la construcción de 1600 viviendas en los territorios. Todos sentimos vergüenza por la ofensa inferida al representante de nuestro mejor aliado, que no pasó desapercibida por Netanyahu quien rápidamente pidió disculpas.

Las colonias que incesantemente se establecen en los territorios en litigio con el apoyo de una parte significativa de su coalición, siguen siendo misiles enviados contra la postura de Netanyahu frente al principio “dos estados para dos pueblos”.

Ahora, justo en este momento tan difícil en que injustamente la opinion pública mucho no nos favorece, el alcalde de Jerusalem lanza otro misil con un proyecto que incluye el desalojo de 22 familias árabes, unas 1000 personas, en Jerusalem oriental, y Netanyahu lo tendrá que detener si aún se mantiene en su postura conciliadora.

¿Hasta cuándo nuestro primer ministro piensa seguir soportando a la gente que le está acribillando y no lo deja transitar por su camino hacia la paz?. Si a ello le sumamos la pasividad de sus colaboradores frente a la deshonesta propaganda islámica, la incapacidad de sus ministros de emprender una efectiva e insistente campaña esclarecedora para hacer ver al mundo las mentiras del Islam, campaña que desde hace un tiempo tomaron a su cargo muchos israelíes de manera espontánea, llego a la conclusión que no es ésta la coalición gubernamental que a Israel le conviene. Tampoco creo que su líder sea el leader que con urgencia nuestro país necesita, un líder con la fuerza que le permita desprenderse sin titubeos de quienes le dificultan llevar a buen fin sus propósitos.

Y he aquí los resultados: nuestro prestigio descendió a niveles sin precedentes, tan bajos que cuando leemos alguna nota a favor nuestro escrita por algún gentil, nos reconforta el espíritu, nos llenamos de júbilo y la difundimos en todas direcciones, agregando el siguiente comentario como triste consuelo: "no estamos solos"

Samuel Auerbach
Natanya, Israel.

lunes, 28 de junio de 2010

Una nueva y terrible arma desvastadora

El mundo ha cambiado y dentro del cambio, el estilo de las guerras. Muchos inventos y descubrimientos científicos son aprovechados para ser usados como armas explosivas en la ofensa o defensa. La historia registra, a grades rasgos, el primer descubrimiento mortífero que fue la pólvora; luego la nitro glicerina o dinamita, el tri-nitro-tolueno o TNT y por último, la energía nuclear o bomba atómica. Cada vez con más potencia para que más destruya en un instante.
En la actualidad, un arma nueva apareció en escena que no explota porque no se basa en productos materiales, que parece inofensiva, pero con excelentes resultados cuando se la sabe usar con picardía en conflictos internacionales. Me refiero a la opinión pública manejada por la prensa en todas sus manifestaciones. El Islam la descubrió no hace mucho y su uso, con maquiavélica maestría, ya le ha reportado varias victorias.
Debemos reconocer que Israel, si bien reconoce su importancia, no la sabe usar. Se puede aducir en descargo, que no está dentro de la idiosincrasia del israelí el uso de los mismos métodos deshonestos que, empleados astutamente por el Islam, logran volcar la opinión pública a su favor. Pero es inadmisible que Israel se desligue de su obligación en lanzar al aire sus genuinos argumentos con más énfasis y frecuencia, para neutralizar sus mentiras y poner al descubierto sus tretas y zancadillas. Lo hacen modestamente muchos de sus ciudadanos con una constante y árdua labor de esclarecimiento, pero sin la fuerza que podría tener un ministerio. Israel no sólo que no sabe cómo usar esa nueva arma, sino que no se contiene en servirle al Islam una buena cantidad de hechos, que los aprovecha para hacer que el mundo no nos mire con simpatía.
Muchas actitudes de Israel del pasado y del presente que no corresponde ahora describir, han provocado molestias entre sus aliados y suministraron al Islam la pólvora que necesita para sus cañones mediáticos. Ese es el esclarecimiento que Israel lamentablemente desparrama por el mundo.
Si a Israel le interesa la opinión pública mundial, si Israel sabe que, en la actualidad, es un arma importante que puede decidir el resultado de una contienda, debería empuñarla con mayor inteligencia.
Samuel Auerbach
Natanya, Israel

miércoles, 2 de junio de 2010

Los bloqueos

Lo primordial de un gobierno es velar por la seguridad de la nación y la vida de sus habitantes. Es de conocimiento público que Irán y sus aliados, Hisballah y Hamás, han amenazado con aniquilar a Israel. Como por ahora no se vislumbran soluciones pacífcas en el Medio Oriente y se mantienen el ambiente guerrero con buenos motivos para pensar que la contienda no se hará esperar por mucho tiempo, es legal tratar que el enemigo no se fortalezca. Es una forma de reducir el riesgo en el momento en que el enemigo decida poner manos a la obra su siniestro propósito. Todo lo que Israel haga para evitar que Irán y sus homólogos incrementen sus medios guerreros, es en defensa propia y, por lo tanto, no es condenable.
Los bloqueos tienen ese fin. Mejor que bloqueos, deberían llamarse filtros, a través de los cuales sólo habrá de pasar todo aquello que no sea material bélico. Lamentablemente, Israel no puede controlar el poderío atómico de Irán. Con el mismo pesar, no lo puede hacer con Hisballa, que a través de Siria recibe de Irán el armamento con el que le apunta. Pero lo puede hacer y lo hace con Hamás. Lo hace por tierra y lo hace por mar, con el derecho que le otorga el artículo 98 del Manual de San Remo sobre el Derecho Internacional aplicable a los Conflictos Armados en el Mar que dice:

Podrán ser capturadas las naves mercantes de las que se tenga motivos razonables para creer que violan el bloqueo. Las naves mercantes que, tras previa intimidación, ofrezcan manifiestamente resistencia a su captura podrán ser atacadas.

Israel debe seguir filtrando sus fronteras, y cualquier futuro intento de romper ese medio de defensa que representa el bloqueo, debe a ser interceptado cada vez que se presente, sin respetar las quejas, protestas, censuras, manifestaciones y repudios del mundo, porque si no lo hace, si no se defiende y todo su pueblo estará obligado a volver a deambular por la diáspora, fuera de ellos mismos, son pocos en el mundo los que llorarán.
Samuel Auerbach
Natanya, Israel.

martes, 1 de junio de 2010

La maniobra árabe se repite

Los árabes convencidos que el arma bélica es ineficaz para aniquilar a Israel, vuelven a recurrir al arma psicológica. En diciembre del 2008 Israel ataca a la organización terrorista que gobierna en Gaza, como respuesta a ocho años de bombardeo a una zona con más de un millón de israelíes. Los terroristas sabían que los israelíes en algún momento accederían a esa clara invitación a atacar que Hamas les extendió. Con exactitud maquiavélica prepararon el terreno de forma tal que entre las víctimas haya mayor cantidad de civiles. Si bien casi todos sus arsenales fueron destruidos, obtuvieron excelentes resultados psicológicos, favorecidos por el antisemitismo dominante en muchas organizaciones internacionales.
Ahora, a fines de mayo del 2010, los enemigos de Israel le invitan a que use la fuerza contra civiles que quieren romper el bloqueo marítimo a Gaza impuesto por el gobierno israelí. El bloqueo marítimo tiene como única finalidad impedir que Hamas se fortalezca con armas que podría recibir por esa vía. El abastecimiento vital y la ayuda humanitaria se realiza a través de puestos terrestres bajo el estricto control israelí. Si la finalidad de las ocho naves con 800 activistas contrarios a Israel a bordo, muchos de ellos relacionados con organizaciones terroristas, era sólo hacer llegar ayuda humanitaria a Gaza, no había razón alguna para que no lo hagan por los pasadizos pacíficos establecidos en sus fronteras, como se les ofreció facilitar, o por intermedio de la Cruz Roja. Su negativa a hacerlo fue una incuestionable declaración de querer romper por la fuerza el bloqueo marítimo.
Y la fuerza trae violencia. Los activistas atacaron con armas y objetos como invitando a las fuerzas armadas a actuar, y lo lograron como es natural y permitido. Muertos, heridos , palazos, hierrazos, tiros y cuchilladas son feos detalles que se podrían haber evitado si los organizadores del “rompe bloqueo” hubieran permitido descargar la carga humanitaria en el puerto de Ashdot e introducirla a Gaza a traves de los puestos de conrol terrestres. Pero se negaron porque la ayuda humanitaria no era el principal motivo, mejor dicho, era sólo un pretexto.
Suponer que los 800 civiles que componían la misión creían que Israel no interceptaría su rumbo a Gaza, es una ingenua utopía. No creo que alguno de ellos se podría imaginar que nadie impediría su paso. Pero, de cualquier forma, no tenían nada que perder. Por el contrario, siempre saldrían beneficiados. En el supuesto y remoto caso que la marina israelí no se hubiera atrevido a usar la fuerza contra civiles y hubiesen llegado a Gaza, los provocadores se hubieran convertido en héroes de la causa palestina que lograron la tremenda victoria de atravesar el bloqueo, demostrar que Israel no es tan fuerte y establecer un antecedente que estimularía a futuras intentonas del mismo tenor. Y si por el contrario Isreael atacaría, se repetiría la ola antiisraelí mundial semejante a la que se desató después de la acción “Plomo Fundido”. Así es, la misma situación de aquel entonces se repite ahora. El antisemitismo internacional no ha cambiado.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.

martes, 4 de mayo de 2010

El loro que no quiso hablar.

Mi relación con animales domésticos es muy antigua, y el amor que siento por ellos se los heredé a mis hijos. Siempre en mi casa hubo algún animal. De chico juntaba sapitos que los llevaba a vivir con nosotros. Una vez traje conmigo una culebrita. Todo esto, por supuesto, tratando que mi madre no se entere. Canarios, palomas, loros salvajes que me vendían por engaño y loros educados y charlatanes cuando yo ya tenía más experiencia. Perros de raza mezclada y perros con pedigrí que obtuvieron primeros premios en certámenes en Israel. Gatos nunca faltaron. Actualmente no tengo ninguno en mi casa, pero cuando en la calle encuentro un gato cerca mío, lo llamo para que se me acerque.

Recuerdo lo que sucedió, cuando aún vivía en la ciudad de La Plata, al pretender enseñar a hablar a un loro amazónico recién comprado, por el que había pagado una buena suma. Yo no hacía las cosas de manera improvisada. Para tal fin compré un libro que trataba sobre el tema. Siguiendo sus instrucciones al pie de la letra, una noche me paré frente a la jaula que puse sobre el mármol de la cocina, cubrí la jaula con un manto, cerré la puerta y apagué la luz. Comencé entonces a actuar como el libro aconsejaba. Sin interrupción, con voz monótona y acompasada, repetí no recuerdo cuantas, pero sé que fueron muchas veces la misma frase: “-Buenas noches, Milo-”

Después de más de media hora, cuando mi boca llegó a tener menos líquido que el desierto de Sahara, interrumpí mi labor de domador de loros. Exhausto y casi sin respiración, encendí la luz y removí la manta de la jaula para gozar con el fruto de mi penosa labor, y escuchar el saludo del loro. La decepción fue tremenda. Apoyé la frente sobre la jaula con la nariz metida entre las rejas, por que no podía creer lo que veía: ¡El loro dormía como nene bueno después de chupar la teta!. Lo primero que pensé con inmensa rabia, fue que el maldito pajarero me había vendido un loro sordomudo, porque el libro no podía estar equivocado. Pero lo que aconteció fue que el inocente amazona había caído en un profundo sueño hipnótico.

Samuel (Milo) Auerbach.

Delitos económicos y delitos morales.

No comete delito el que celebra la muerte de un primer ministro, como muchos lo hicieron (y lo siguen haciendo) cuando asesinaron a Ytzhak Rabin, pues está usando los derechos que le otorga la libre expresión que impera en Israel. Pero negar la existencia del país en el que vive y odiarlo hasta llegar a pisotear su bandera, excede sus límites. En ningún lugar del mundo civilizado, a excepción de Israel, se tolera tales ofensas inferidas por personas que no se abstienen en usufructuar todos su beneficios. Como si al gobierno le doliera más los delitos económicos que los morales. Es común ver en Israel cómo se procesa judicialmente a religiosos y laicos por defraudaciones o sobornos, pero jamás se vio cómo se castiga por ofender a los símbolos del país en donde nacieron. Muy doloroso para el fiel ciudadano que contribuye con su trabajo al engrandecimiento de su patria, y sabe que los frutos son aprovechados por gentuza que no lo merece. Aparentemente eso no duele a la gente de la actual coalición gubernamental, cuya mayoría la componen diputados y ministros religiosos como lo son, aunque no de la misma secta, los judíos que incurren en aquellos delitos.
¿Es posible, entonces, que esa sea la causa por la cual la autoridad no toma las medidas que corresponden contra esos delincuentes morales, que además son capaces por fanatismo religioso, de denigrar a la mujer y matar y dejar agonizando a indefensos animales prendiéndoles fuego?.
Si se tiene en cuenta que la reclusión carcelaria no es un castigo, sino un medio para aislar a los delincuentes a manera de protección pública, y un intento de restituirlos a la sociedad con la educación y el transcurso del tiempo, no tiene valor alguno encarcelar a los que delinquen por motivos religiosos, pues de nada servirá con los fanáticos cualquier medio de persuasión. La expulsión del país es lo que resta por hacer con ellos. Fuera de Israel no molestarán como pueden molestar, por ejemplo, peligrosos terroristas árabes liberados por un arreglo de canje.
Lamentablemente la autoridad se conforma con sólo observar a las manifestaciones callejeras en donde se lleva a cabo la ignominia de pisotear y quemar nuestra enseña patria, como sucedió recientemente, justamente en el Día de la Independencia.
Samuel Auerbach
Natanya, Israel.

domingo, 25 de abril de 2010

Sabia respuesta.

Como ya es rutinario, mi señora y yo salimos una tarde primaveral a pasear por las playas de Natanya y fotografiar los hermosos panoramas que la zona brinda a los amantes de la naturaleza. Cuando creímos que ya era hora de volver a casa, en la vereda de la calle paralela a la playa y pegada al acantilado, alcanzamos ver una buena cantidad de gatos multicolores, unos veinte calculo, todos sentados y en su mayoría observando en la misma dirección. Nos detuvimos. Comencé a tomar fotos desde distintos ángulos y distancias, a lo que me pareció un interesante motivo. En un preciso instante y al unísono, ante mi sorpresa los felinos comenzaron a correr para acercarse a un señor que iba a su encuentro. Mientras el señor caminaba, los gatos lo rodeaban y maullaban como brindándole un saludo de bienvenida. Seguimos con atención la escena para ver su desenlace. El grupo se introdujo en un descubierto recoveco dedicado a recipientes de desperdicios, y allí devoraron en silencio el alimento que ese buen señor arrojó dispersándolo por el suelo. Después de registrar la escena no con poca emoción, me acerqué a ese buen señor para expresarle mi reconocimiento. –Señor mío,- le dije- usted tiene asegurado un lugar preferencial en el paraíso. A lo que él me respondió con la sencillez y modestia de un auténtico benefactor nato: - Estos animalitos me prefieren aquí…
Samuel Auerbach
Natanya, Israel.

Ese sentido que no tenemos.

Esta es otra historia verídica que sucedió hace muchos años y que merece ser contada. Nuestra vivienda tenía un patio con un cuidado jardín en el fondo. Un perrito cachorro de raza mezclada vivía en su cucha en un rincón del mismo. Cada vez que el perrito me veía entrando al jardín, sus saltos no tenían fin. Contagiaba todos los días a mis pequeños y también a mí, su alegría que demostraba bajando y enviando hacia atrás sus orejas, y moviendo velozmente su cola. Era muy juguetón, pero a la vez como todo cachorro inteligente, muy travieso. Todo lo que estaba a su alcance era para él un juguete al que mordía con placer, incluyendo las plantas y las flores del jardín. Por supuesto, esto no era del agrado de mi señora, que alteraba su carácter cada vez que veía destruída su artística labor de jardinera. En aras de la paz hogareña, acepté mantenerlo atado junto a su morada durante la horas que no lo podíamos vigilar. Lamentablemente el cachorro no aceptó esa solución. Su sufrimiento y el mío por verlo atado, rogaban por una forma distinta de resolver el probleama. Jamás olvidaré la escena del día en que salí al jardin con el fin de desprenderme de él, para ofrecerlo de regalo a un buen señor. Disimulando mi dolor, salí al patio sonriendo como siempre lo hacía. Pero esta vez el cachorro, en lugar de saltar de alegría como acostumbraba, bajó la cabeza con sus oreja sueltas, su cola baja y quieta, y se volvió a meter en su cucha negádose a salir. Oculté mi llanto cuando lo puse en manos extrañas. Cómo no iba a llorar si es que me desprendía para siempre de un ser querido, que me quería y lo hacía sufrir porque al saber leer los pensamientos, ese inocente cachorro pudo sentir con claridad mis crueles intenciones.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel

jueves, 22 de abril de 2010

Quedar bien con Dios y con el diablo.

En el preciso momento en que estaba de visita en el país el vicepresidente de los Estados Unidos, con la loable misión de organizar los pasos preliminares que llevarían al comienzo de las discusiones de paz con los palestinos, anuncia Israel la construcción de 1.600 viviendas en terrenos que justamente se irían a discutir. Un verdadero torpedo lanzado contra las buenas intenciones del honorable visitante, y una irrefutable prueba de que el Gobierno no tiene ningún interés en comenzar las conversaciones que las llevarán a entregar territorios. Más claro, imposible.
El primer ministro presentó débiles disculpas ante el representante de nuestro tradicional país aliado, quien, a causa de tal bofetada, levantó en cólera y se volvió a su país. Pero lo incomprensible fue que al poco tiempo, Netaniahu invalidó por completo esas disculpas al afirmar frente a sus ministros que, de ninguna manera, se suspenderán las construcciones.
Nunca tuvimos un primer ministro que se tambalea tanto. Muy peligroso es conducir un vehículo hacia la derecha y hacia la izquierda. No respetar la línea recta central puede provocar un accidente. Necesita con urgencia alguien que le sostenga el volante. Si bien todavía no colisionamos con catastróficos resultados, ya se produjeron consecuencias bastante desagradables a causa de su mal manejo. Por su manera de conducir al Gobierno, el país volvió a perder la relativa tranquilidad en la que estaba viviendo.
Quiere quedar bien con Dios y con el diablo. Nadie lo logró todavía. Si alguna vez Netaniahu tuvo prestigio, lo está perdiendo a pasos acelerados. Y para el mundo, quien está perdiendo prestigio no es sólo él, es todo Israel. Esto es preocupante, y más aún para aquellos que les duele lo que dicen y difunden los antisemitas, a quienes les basta con leer la prensa mundial, incluyendo la de Israel (los que saben leer hebreo), para incrementar su odio a los judíos y en especial a los israelíes.
Personalmente pienso que el primer ministro no podrá soportar por mucho más tiempo los dictados de los que rezan por convertir a todo Israel en una sinagoga gigante, ni de los que sueñan con “la patria grande” a expensas de vivir eternamente en conflicto con el resto del mundo, incluso con nuestros mejores aliados. Pero aún en el supuesto caso que piense como ellos, las presiones de nuestros aliados serán suficientes para que opte por el gran cambio, que creo no tardará en llegar.
¿Por qué Netaniahu no trata que todos vean que sólo los palestinos son los culpables de que no hay paz en la zona? Cuanto más clara y menos tambaleante será nuestra política, cuanto más limpio y diáfano será nuestro camino hacia la paz, con más claridad resaltará ante los ojos del mundo, la suciedad de nuestros enemigos.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.

jueves, 4 de marzo de 2010

Un viaje al futuro en el cercano oriente.

Recordar el pasado es muy útil cuando se lo utiliza para ver los errores cometidos y evitarlos en el presente. Pero con ello no evitamos los nuevos que en el presente se puedan cometer. Sólo por sus consecuencias, durante el futuro los podremos identificar como tales.
Imaginar el futuro para evitar errores en el presente, no es muy fácil. No obstante, haremos el esfuerzo de viajar a un futuro imaginario dentro de la escena que nos ofrece el cercano oriente.
Israel y los palestinos, dejando de lado exigencias y condiciones previas, se sientan, por fin, alrededor de la mesa de deliberaciones para tratar la manera de llegar a un acuerdo de paz. Es tan sincera la intención de terminar con el viejo conflicto que tanto daño les produjo a ambos, que el deseo de arribar a un acuerdo se pone de manifiesto en cada cambio de ideas. Los renunciamientos y las concesiones son ofrecidas por las partes en todas las sesiones. Como era de esperar, un apretón de manos corona lo emprendido, y nace un nuevo estado al lado del Estado Judío de Israel, el Estado Palestino que ocupa un alto porcentaje de la Cisjordania y Gaza aún en manos de los rebeldes.
Llueven copiosas felicitaciones y reconocimientos prevenientes del mundo libre. La euforia es grande. Pero, ¿que sucede con las extremas que, en este imaginario futuro, aun persisten en ambos países?. La extrema israelí le sigue produciendo dolores de cabeza al Estado de Israel, aunque son dolores que no amenazan un cambio en el panorama geopolítico de la zona. En cambio, el extremismo que puede producir una catástrofe inmediata, es el poderoso fundamentalismo musulmán que desde Irán, Gaza y el Líbano muestra, con mirada amenazadora, sus afilados dientes al país recién nacido.
Sigamos imaginando y pensemos en la muy cierta posibilidad, que los rebeldes que se instalaron por la fuerza en la franja de Gaza, se instalan de la misma manera en el resto del nuevo país, convirtiendo los territorios cedidos en fuertes plataformas de lanzamiento de misiles contra Israel. Esto nos recuerda la triste retirada de Gush Katif. Igual que en aquel entonces, Israel se ve obligado a defenderse, y emprende un ataque contra los agresores, mucho más amplio que el anterior.
Con este triste y factible panorama que nuestro viaje al futuro nos puede deparar, llegamos a la conclusión que arribar a un acuerdo de paz con los palestinos es un grave error, si previamente no se convence al fundamentalismo musulmán, que a Israel le asiste el derecho de existir en el Medio Oriente. No obstante, comenzar a deliberar no es un error. Es fundamental para el mundo libre, mantener siempre abierta la vía a una posible solución del conflicto árabe-israelí. El esfuerzo para establer la paz en el Medio Oriente, asegura el apoyo de las potencias occidentales a las partes que deliberan, porque constituye un intento de establecer una presencia democrática mas sólida en la zona. Además, siempre que se conversa, la violencia y el peligro a la seguridad existencial de Israel, disminuyen. Esto es primordial para occidente. Israel es la única democracia que el mundo libre tiene metida como cuña en un área plagada de dictaduras, cuña que actúa como efectivo dique contra el expansionismo musulmán. Además, cuán valioso es para los judíos y los árabes amantes de la libertad y la paz, mantener viva una luz que ilumine a la esperanza de llegar a ella.
Samuel Auerbach.
Netanya, Israel.

¿Israel quiere paz?

Al margen de lo que los palestinos puedan pensar en relación al proceso de paz en el Medio Oriente, no es descabellado suponer que el gobierno de Israel no esta interesado en conversar con ellos sobre ese tema. Buena cantidad de declaraciones pronunciadas por el primer ministro Beniamín Netanyahu, que resultaron ser condiciones previas inaceptables por los palestinos, han alejado aún más a la ya distante mesa de deliberaciones.
Otra actitud que refuerza esa suposición, es la inoportuna decisión de declarar sitios históricos judíos a la tumba de Raquel en Belén, y la de los Patriarcas en el corazón de Hebrón. Esta declaración ha provocado una natural ira entre los árabes, quienes consideran a la medida como una incautación ilegal de dos lugares ubicados dentro de los territorios en litigio, con los agravantes que la tumba de Raquel incluye a la mezquita de Bilial Bin Rabah, y que la tumba de los patriarcas también es venerada por los musulmanes, quienes comparten con el judaísmo su común patriarca: el bíblico Abraham, según la tradición, allí sepultado.
Si es que Israel quiere vivir en paz con el futuro país de los palestinos y ser su amigo, ¿porqué no compartir con ellos el patrimonio de esos santos lugares?. ¿El Gobierno de Israel quiere o no quiere concertar la paz con sus vecinos?. Si es que quiere, fue ésta una medida errónea, completamente innecesaria que no contribuye en nada al proceso de paz. Fuera de dar su visto bueno a la existencia de dos estados para dos pueblos en el Medio Oriente, Netanyahu no ha hecho nada para acercar a las partes en litigio. Por el contrario, con sus declaraciones sólo ha derramado peligroso aceite al fuego, provocando una tensa y artificial calma cuyo desenlace nadie puede pronosticar. Como consecuencia y para comenzar, importantes disturbios han ocurrido entre árabes y el ejército de Israel en Hebrón y un llamado terrorista a iniciar una tercera intifada. ¿Esa es la paz que el Gobierno de Israel pretende?
Para atraer a los palestinos a conversar y lograr juntos un acuerdo de paz, no es necesario otorgarles peligrosas concesiones por anticipado. Pero tampoco es necesario agregar piedras al sendero con inoportunas medidas, que bien podrían ser presentadas como propuestas sobre la mesa de deliberaciones. Si es que en realidad se quiere conversar con el enemigo, con sólo saber qué no decir, ya se facilita enormemente el camino. Y justamente, el saber qué no decir es lo que le falta a nuestro Primer Ministro. Palabras que no deben ser dichas son suficientes para entorpecer lo que se intenta encontrar. Sus declaraciones sólo sirvieron para alejar aún más, al que se quiere atraer para consolidar con él una paz permanente.
Pero también es factible suponer, como se supuso al principio del artículo, que el Gobierno de Israel no desea conversar con los palestinos y con esa finalidad actúa. Puede ser que siga un plan trazado por las extremas dominantes en su seno, que excluye la reanudación de las tratativas de paz. Llegar a la paz con los palestinos significaría renunciar territorios conquistados durante la guerra de los seis días que, por motivos históricos-religiosos, ellos no tienen ninguna intención en devolver.
Samuel Auerbach.
Netanya, Israel.

jueves, 28 de enero de 2010

La paz se complica en el medio oriente.

La obligación de los buenos estadistas es obrar siguiendo el sendero que marcan sus propósitos, y saber qué no decir para evitar desviarse de él. Tres declaraciones de nuestro primer ministro han provocado un sentimiento de frustración en los países interesados en la paz y en un amplio sector del pueblo de Israel. A pesar que desde que comenzaron los esfuerzos para proseguir con las deliberaciones de paz, Netaniahu llamó a los palestinos a “conversar sin condiciones previas”, antepuso tres que dan por terminadas todas las esperanza de comenzar a hablar con el enemigo.

En una reciente declaración, dijo: “El este de Jerusalem es parte indivisible de la capital del Estado de Israel”. Inoportuna afirmación que obra como condición previa, cuando bien puede ser un tema a discutir. Al sentirme desprendido de sentimientos ancestrales que están en pugna con la paz, me permito pensar que no agregaríamos ningún riesgo si el nuevo país instalaría allí su capital. Es una zona densamente poblada por árabes, a la que la mayoría de los israelíes se abstiene de visitar. Además se evitaría un masivo aumento de la ya numerosa y problemática población árabe instalada en el resto de Israel. Aunque el número de palestinos que vive en Jerusalem oriental es polémico, en 2008 se estimaba en más de 200.000. ¿Porqué no dejamos este tema para futuras deliberaciones si es que en realidad queremos volver a deliberar?.

También declaró lo siguiente: “El nuevo Estado Palestino debe ser un país desarmado”. Eso lo haría vulnerable a cualquier ataque de grupos terroristas que niegan la existencia del estado de Israel en la zona. Es hacer que el nuevo país se sienta inferior en medio de poderosos leones. Una condición denigrante y suficiente para impedir la reanudación de la tratativas de paz.

En una tercera declaración estableció que “El nuevo país tendrá que albergar una presencia israelí”. Esto es un flagrante atropello a la soberanía de un país amigo, con el cual las relaciones amistosas deben estar basadas en la confianza mutua.

Estas declaraciones y el impune desacato por parte de los colonos a las resoluciones que el Gobierno de Israel optó como gestos a favor de la paz, crean una situación que anula el acercamiento entre israelíes y palestinos.

Es cierto que los palestinos tienen sus propias condiciones previas inaceptables y por mas correctos y condescendientes que seamos, siempre aparecerá un “no” al final de las conversaciones. Pero no veo porqué si los palestinos no hacen nada para llegar a la paz, nosotros debamos comportarnos de la misma manera. ¿Porqué no hacemos ver al mundo que solamente son ellos los culpables de este odioso estancamiento?.

Dos grandes cargas son las causas de esta situación. Con toda seguridad Netaniahu hubiera hablado y obrado de otra manera si no tuviera sobre su espalda la carga de la extrema isreaelí. Y con la misma seguridad se puede afirmar que el pueblo palestino dejaría de pronunciar su famoso “no”, si se pudiera desprender del inmenso peso que es tener a Hamas, Hisballah e Irán colgados de sus hombros.

Esos son los verdaderos y únicos motivos que obstaculizan la paz en la región.

La remoción de la carga israelí, Israel la tiene en sus propias manos y será posible cuando nuestros dirigentes se den cuenta que de nada sirven conductas que obedecen a cuestiones personales; que es conveniente dejar de lado ofensas y arrogancias que son meras estupideces frente a intereses que urgen, y que la solución está en aunar fuerzas para dejar al extremismo laico-religioso fuera de combate.

Convencer a los árabes es mucho mas difícil y no está dentro de las posibilidades de Israel. Sólo el conjunto de potencias libres podrán hacerlo, pero no con palabras. Con palabras nadie podrá convencer a los extremistas árabes que Israel tiene el derecho de existir en el medio oriente. Puede ser que con medidas de fuerza sin llegar a la guerra, se lo logre. Pero el mundo libre no hace lo suficiente en ese sentido. El comercio de armas y la necesidad del oro negro atraen más que la existencia de Israel. Es muy probable que la solución de este problema, resida en hallar e imponer un combustible que reemplace a esa función del veneno llamado petróleo, base del sustento terrorista. No sólo Israel se verá beneficiado, sino toda la humanidad se enriquecerá con las mejoras que ese hallazgo producirá en muchos elementos que le son idispensables.



Samuel Auerbach.

Netanya, Israel.

domingo, 24 de enero de 2010

Por amor a la paz

Son varios los personajes que dedican y que dedicaron gran parte de su tiempo en llamar a los pueblos del Cercano Oriente a la convivencia pacífica. Lo hicieron de varias formas.
Es un gusto recordar al mitológico Abie Nathan quien, desde desde su barca anclada en aguas extraterritoriales frente a la costa de Tel Aviv, transmitió durante 20 años sin interrupción, música y proclamas en varios idiomas dirigidas al Cercano Oriente y al mundo, llamando a la paz, a la concordia y a la ayuda a los necesitados. Llegó a tal punto su entusiasmo y su amor innato a la paz que, desoyendo las leyes imperantes en Israel, voló en un avión privado hasta Egipto para hablar con el enemigo de entonces.
No menos importante es la labor que en ese sentido realizan dos prominentes músicos argentinos. Miguel Angel Estrella, pianista nacido en la provincia de Tucumán de padres libaneses, actual embajador de Argentina ante la UNESCO desde el año 2003, funda en el año 1982, el movimiento internacional “Música Esperanza” cuyos objetivos son facilitar el acceso a la música, crear lazos entre las diferentes comunidades y defender la dignidad humana. Dentro de ese marco crea la “Orquesta de la paz, Los hijos de Abraham”, integrada por 45 jóvenes músicos de origen judío y musulmán. Sus primeras actuaciones datan del año 2000, ofreciendo conciertos en Francia, Europa y el Cercano Oriente. Recientemente el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, le ofreció 60.000 euros de aporte financiero.
Con el mismo fin de demostrar que con la música palestinos e israelíes pueden convivir en paz, fue creada otra orquesta. El pianista y director de orquesta de fama mundial Daniel Barenboim, también nacido en Argentina pero de origen judío, en base a un proyecto que dio a luz en el año 1999 en colaboración con el filósofo árabe ya desaparecido Edward Said, funda la West-Eastern Divan Orchestra. Actualmente la integran músicos israelíes, españoles, árabes cristianos, y árabes musulmanes.
A pesar que, debido en sus incursiones en política, Barenboim no goza de la simpatía del púbilco israelí, su esfuerzo por crear un acercamiento entre palestinos e israelíes merece el mismo aplauso que su actividad artística. Es reconfortante constatar el ambiente de compañerismo y amistad que reina entre los músicos cuyos países de origen se encuentran en profundo estado de beligerancia.
El día 5 de Enero de 2010, la orquesta dio un concierto en Doha, capital del emirato de Qatar. El canal 2 de la televisión francesa siguió el evento entrevistando, filmando y fotografiando a algunos de sus músicos tanto árabes como israelíes. La oboísta israelí Meirav Kadichevski, nieta del autor de esta nota, fue fotografiada junto a musulmanes para testimoniar gráficamente el ambiente de camaradería que reina entre los integrantes de la orquesta, y la amabilidad que el pueblo anfitrión demostró a los integrantes de la misma sin importar su origen.
Se deduce de estas orquestas, que los judíos no son lo que algunos imanes inculcan a sus fieles en las mezquitas, que no son lo que los extremistas les dicen a sus hijos en las escuelas y que no todos los musulmanes son terroristas que odian a los judíos, ni todos los palestinos quieren arrojar al mar a los israelíes, como muchos extremistas israelíes piensan. En esencia, se quiere demostrar con la música de estas orquestas que, mas allá de la política o la religión, somos todos seres humanos con necesidades básicas similares, que el respeto mutuo debe permanecer inmutable frente a las diferencias de opiniones, insinuando a la vez que todos debemos trabajar juntos para crear un mundo sin violencia.
Samuel Auerbach.
Netanya, Israel.

domingo, 3 de enero de 2010

Una simpática historia verídica.

De común acuerdo mi señora y yo, como dos buenos jubilados cierto medio día salimos a tomar un poco de sol en el hermoso paseo que Netanya tiene frente al mar. Activos como somos, mi señora aprovechó la larga y pareja vereda para hacer su acostumbrado "footing", y yo me quedé fotografiando la zona que mucho se presta para ello. Antes de volver a casa nos sentamos en uno de los bancos frente el mar, bajo una de las numerosas glorietas que adornan el paseo. En eso, una pequeña y tímida palomita silvestre se acerca a unos dos metros de nosotros y no nos deja de observar. Yo no termino de sacarle fotos. Ella no se mueve del lugar y, como haciendo poses para el fotógrafo, se para en una patita, se higieniza sus plumas, se sacude y de vez en cuando nos mira, mira para arriba, mira para abajo, pero siempre sin abandonar el lugar. ¿Qué pensará la palomita?, nos preguntamos. ¿Sabrá ella que nosotros queremos a los animales y por eso no nos tiene miedo?. ¿Querrá venir hacia nosotros pero no se atreve?. Cuando por fin nos levantamos y comenzamos a caminar para dar por teminado el paseo, nos dimos cuenta al mirar hacia atrás, qué es lo que la palomita pensaba: ¿Cuando se irán estos señores?. La palomita corrió hacia debajo del banco que abandonamos, y comenzó a devorar los restos de semillas que había alrededor.
Samuel Auerbach