viernes, 5 de junio de 2009

¿Que esperaba Israel que Obama dijera?

Bueno, decir Israel es decir algo muy amplio. Su pueblo esperaba que dijera, cuando habló en la Universidad de El Cairo, palabras acordes a cada una de las diferentes opiniones que por él se pasean. Pensándolo bien, sólo existen en Israel dos opiniones principales completamente opuestas. Una es "la derecha” y a los otros se la conoce como "la izquierda”. Aunque las dos partes abogan por tratativas que conduzcan a la paz, la diferencia estriba en la entrega de territorios. "La derecha" quiere llegar a la paz con los árabes sin entregarlos. Ni si quiera deben formar parte de la lista de temas a tratar. Para ello propone dos alternativas. No hay necesidad que nazca un estado árabe. En su lugar, una próspera “economía árabe” en donde tendrán buena comida. La otra alternativa, si es que la anterior no satisface a los primos, sería pedir permiso al rey Hussein, nuestro buen vecino del este, para instalar en su territorio el soñado estado de los palestinos. Cualquier cosa con tal de no entregar nada, absolutamente nada de los sagrados territorios que una vez formaron parte de los antiguos reinos de Judea e Israel. En aquel entonces no existían los palestinos, por lo cual no existe razón alguna para que hoy se instalen agrupados como país dentro de lo que fueron esos reinos. Por supuesto, según ellos, el discurso del presidente de los EEUU en la universidad de El Cairo, un desastre, digno de un antisemita.

La izquierda salió bailando a la calle después del discurso. Obama dijo exactamente lo que ellos proponen: dos estados para dos pueblos, y el derecho de Israel de existir con fronteras seguras al lado de un Estado Palestino, cuyos límites se fijarán en las tratativas de paz que las partes interesadas habrán de llevar a cabo.

Es improcedente discutir si la historia recuerda que hubo, o que nunca hubo palestinos en la zona. Lo real es que los palestinos existen y no vinieron recién. Recordemos que los judíos los reconocieron en el momento en que se decretó la partición de Palestina. ¿Qué hubiera pasado si los árabes no se hubieran opuesto?. Con toda seguridad el territorio de Israel hubiera sido mucho más reducido del que podrá resultar una vez concluídas las tratativas de paz, tratativas que la derecha obstaculiza a causa de sus inaceptables pretenciones.

Samuel Auerbach

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